LA BRVJA. INGREDIENTE I. UNA PLUMA DE PEGASO · Javier Caravaca
35,00 €
UNO DE LOS SIETE INGREDIENTES DE UNA PÓCIMA ARCANA CUYA MAGIA SE DESVELA UNA VEZ CADA SIETE AÑOS
V.T. Castilla
100% moravia dulce
Producción 400 botellas anuales
EL VINO
Vino tinto elaborado en exclusiva con la variedad moravia dulce de la parcela Camino del Pocillo en Quintanar de la Orden. Vino acogido a la Indicación Geográfica Protegida Vino de la Tierra de Castilla.
Vendimia manual en cajas de 15 kg. Con doble selección de racimos, tanto en viñedo como en bodega. Fermentación maloláctica en inox, afinado en depósito y 5 meses de “huevo de granito” antes del embotellado.
Este es uno de los siete ingredientes de una pócima arcana cuya magia se desvela una vez cada siete años. Jesús Toledo, Julián Ajenjo y Javier Caravaca embotellaron estos 75 centilitros de moravia dulce, cuando marcaba 13,5%vol, sin más sulfitos que los suyos y sin filtrar
Producción limitada a 400 botellas.
LA BODEGA
Javier Caravaca es un excelente escritor de prosa bienhumorada, sarcástica y atemporal, casi renacentista. Vive desde hace años entregado a la Literatura y al Vino. Hace tiempo contactó con uno de los jóvenes enólogos manchegos que dignifican la profesión de viticultor, el arte de susurrar a las cepas para entender lo que necesitan en cada momento. Juan Miguel de la Cruz, reconocido por Laureus, Mapa de Lunares o Crux, fue el elegido.
Se plantearon la posibilidad de hacer juntos un vino diferente, fresco, con alma. Buscaban elegancia, que es posible por la altura sobre el nivel del mar, 747 metros y por el clima mediterráneo continental templado. Pero también querían pieles gruesas, perfecta maduración de las bayas, concentración de azúcares. Lo tenían casi todo, por el contraste de temperaturas día-noche especialmente cuando se acerca la vendimia.
NOTA DE CATA
Viste un color cereza burdeos con el menisco rosáceo y los bordes levemente azulados. Muy limpio y brillante.
En nariz, una combinación de fruta roja y negra, y especias. Hay cereza, arándanos, mora de barranco, algo de ahumados, laurel, eucalipto, hinojo y hoja de tabaco.
En boca aumenta exponencialmente su misterio. Ni confirma ni desdice nada. Hay una materia prima excelente, y muy bien trabajada, que explota con ampulosidad. Crocante, afilado, atlántico y cremoso a la vez. Un alcohol fragante, meloso y rico que se integra con una acidez cautivadora refrescando el conjunto. Sensación de estar con un vino grande, diferente, con sensaciones peculiares. En el postgusto aporte de sodio, salino, cierta mineralidad con recuerdos espirituosos y de Jerez. La Brvja se muestra tal y como es sin perfumes artificiales ni afeites. Su ADN recuerda también a los vinos naturales. Aún se sienten próximos el hollejo y la maceración.
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